Un Nuevo software ahora podrá sentir cuanto has sido influenciado por un anuncio sólo con el hecho de analizar tu cara cuando veas estos anuncios publicitarios.
Pero el sistema hecho por Affectiva, un start-up de Massachusetts, puede descubir emociones escondidas monitoreando movimientos faciales. El enfoque, dice el líder principal Daniel McDuff, te deja saber lo que las personas realmente piensan en todo momento de la duración del anuncio, no sólo lo que dirán cuando se haya terminado.
El software de Affectiva primero precisa los marcadores faciales importantes, como la boca, las cejas, la punta de la nariz. Luego, algoritmos de aprendizaje ven como esas regiones se mueven o como la textura y color cambia en el curso del video. Estos cambios son descritos en expresiones discretas indicando el cambio en emociones.
En un estudio publicado recientemente, McDuff y sus colegas les pidieron a 1.223 personas que les dieran acceso sus cámaras web mientras veían una serie de anuncios publicitarios de dulces, mascotas, y productos básicos. Antes y después de la reproducción del anuncio, las personas objeto del estudio llenaron cuestionarios en línea para saber qué tan probable era la posibilidad de comprar los productos mostrados en los videos. Mientras observaban, el software se enfocó en buscar emociones como la felicidad, sorpresa, o confusión.
El equipo de Affectiva ha agrupado una base de datos de más de tres millones de personas de diferentes edades, géneros y etnias. McDuff dice que parece haber variaciones sutiles en respuestas emocionales: las mujeres tienden a tener más expresiones faciales positivas que los hombres, por ejemplo. Entendiendo como grupos diferentes responden, las compañías crear avisos comerciales que sean dedicados para audiencias particulares.
Los sistemas automatizados de anáisis emocionales son promisorios, dice Michel Wedel, quien estudia ciencia del consumidor en la Universidad de Maryland. Ser capaz de hacer investigaciones a través de cámaras webs es otra ventaja, afirma Wedel, aunque no será una prueba definitiva. “Las personas podrián estar en sus computadoras comiendo o moviendo sus cabezas, resultando que no puedes clasificar sus emocioables de forma confiable” concluye Wedel.
Información de newscientist.com
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